Cuando acaba de perforarse las orejas, es importante cuidarlas bien para evitar infecciones y permitir que sanen adecuadamente. Aquí hay algunas cosas a considerar:
- Lávese bien las manos con agua y jabón antes de tocarse las orejas o los aretes.
- Limpie el canal auditivo unas dos veces al día con una solución antiséptica o agua salada. Limpie suavemente con un bastoncillo de algodón limpio.
- Evite tocar o retorcer demasiado los aretes o las orejas, ya que esto puede irritar las orejas e infectarlas.
- Evite usar aretes pesados, grandes o alergénicos que puedan irritar los oídos o causar infecciones.
- Evite bañarse o nadar en piscinas o jacuzzis hasta que los agujeros hayan sanado por completo.
- Tenga cuidado al cepillar o peinar el cabello para evitar tirar de los aretes o irritar las orejas.
- Si experimenta dolor, enrojecimiento, hinchazón u otros signos de infección, comuníquese con el estudio de perforación o con el médico lo antes posible.
Siga estos pasos y cuide adecuadamente los piercings recién realizados para reducir el riesgo de infección y darles la oportunidad de sanar adecuadamente.
¡Buena suerte!