¿Qué pendientes son mejores para los niños? Los pendientes hipoalergénicos y suaves con la piel en un buen modelo son los mejores pendientes para niños. Para los niños, lo mejor es usar un par de aretes que estén hechos, por ejemplo , de titanio , acero quirúrgico o plástico, todos ellos materiales hipoalergénicos y suaves. El peso del pendiente y el tamaño también juegan un papel decisivo para que sea un buen pendiente para niños o no.
Los mejores pendientes infantiles son hipoalergénicos y duraderos.
Cuando se trata de pendientes infantiles, el modelo y el material son lo más importante para que sea un buen pendiente para niños. Los pendientes de un niño deben estar fabricados con materiales conocidos, seguros y duraderos. Además, el pendiente debe ajustarse al niño en cuestión. La piel de los niños es más sensible que la de los adultos y por eso el material debe ser respetuoso con la piel.
Elige pendientes adaptados para niños
Hay pendientes especiales que están diseñados y fabricados especialmente para niños. Luego el tamaño y el material se adaptan a los niños. Por lo general, los pendientes infantiles son de menor tamaño precisamente porque se adaptan a una oreja más pequeña. Los pendientes de niña no deben ser demasiado grandes, las proporciones son importantes. Los pendientes infantiles de plástico son muy ligeros y no pesan en la oreja. Los pendientes de titanio, acero quirúrgico o plata suelen ser un poco más pesados que el plástico. Lo mejor es empezar por el niño y cómo se siente cuando lleva puesto el pendiente.
¿Pueden los niños usar aretes de plata?
Los niños pueden usar aretes de plata. Sin embargo, es importante elegir unos pendientes de plata auténtica. En plata auténtica no debe haber níquel. También es importante que el agujero en la oreja haya cicatrizado correctamente. Con un agujero recién perforado, siempre es importante que los niños tengan un pendiente curativo especialmente diseñado. Pasadas las seis semanas, es recomendable cambiar el pendiente. Entonces se puede elegir otro pendiente. Lo importante es estar siempre atento a los pendientes y orejas de los niños para detectar infecciones .